Si yo fuera un buen educador concentraría toda mi fuerza en descubrir lo mejor de quienes me rodean para potenciar en ellos la habilidad de reconocer y desarrollar el bien que contienen y representan. Pero sólo soy un aprendiz torpe de educador que, a duras penas, es capaz de animar a reflexionar sobre la necesidad de pensar en la importancia de valores como la libertad, la compasión o el amor a la vida.
¿Qué se puede hacer para aprender a enseñar a... Continuar leyendo