ÉTICA Y MORAL. Su importancia en la actualidad.

Comencemos por plantear los siguientes dilemas éticos: primero, “Si la familia de un adolescente vive en extrema pobreza y alguien le ofrece mucho dinero para vender droga, qué debería hacer? ¿escoger o rechazar esa oferta?”. Segundo, “Si en tu entorno de conocidos, un adolescente está sufriendo bullying por parte de algunos abusones que también te molestarán a ti si los denuncias y defiendes a la persona maltratada, ¿qué deberías hacer tú?” 

Pues bien, la ética es la reflexión que argumenta racionalmente analizando qué está bien y qué mal para comportarnos correctamente y evitar actuar mal . Por tanto, la ética reflexiona sobre “los actos morales”, esto es, las acciones a través de las cuales intentamos hacer el bien, lo correcto, y evitar el mal, lo incorrecto. 

¿Por qué es decisivo reconocer la importancia de la ética y la moral en la actualidad? En mi opinión, porque del reconocimiento y desarrollo de una actitud ética y moral adecuadas dependen la evolución de nuestra vida, nuestra felicidad, el bienestar de las personas que más queremos y, de una u otra forma, el devenir del mundo a nuestro alrededor. 

Es cierto que no sólo se necesita reivindicar la importancia de la ética para transformar nuestras vidas y el mundo, pues la realidad es muy compleja, pero, sin lugar a dudas, reconocer esa importancia es un requisito necesario. 

La reflexión ética y el comportamiento moral representan la brújula necesaria para guiar nuestras decisiones y actos, los cimientos o base que dan solidez a nuestra personalidad, ya que impulsan nuestra integridad y dignidad como personas individuales y como ciudadanos impulsando el respeto en las relaciones sociales. 

La reflexión ética nos presenta valores éticos como la dignidad, el respeto, la libertad, la justicia y la compasión que son ideales abstractos que nos marcan la pauta correcta de actuar. Por ejemplo, la libertad como valor ético siempre se percibe y se lleva a cabo en función de grados, alcanzando mayor o menor nivel de libertad, de justicia, etc., no existe en la vida real algo así como lo absoluto.

           Adquirimos esos valores éticos a través de nuestra educación y proceso de socialización en casa, el colegio, en nuestro entorno, a través de los medios de comunicación de masas y, yo diría que muy especialmente, a través de nuestro interés personal por mejorar y contribuir a crear un mundo mejor, más justo, más respetuoso. Lo contrario de los valores éticos son los vicios.

Además de los valores, la ética nos aporta principios éticos que son normas o criterios de comportamiento que nos ayudan a distinguir entre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto y cómo actuar adecuadamente. Yo diría que uno de los principios éticos más populares y eficaces es el atribuido a Confucio, que nos aconseja: “no hacer a los demás lo que no nos gusta que nos hagan a nosotros”. Por tanto, en conexión con el supuesto que mencione inicialmente, si no te gustaría sufrir buying o drogodependencias que arruinen tu vida, no colabores con ellas. Otros dos principios dicen: “actúa intentando promover el mayor grado de felicidad y bienestar para el mayor número de personas con tus actos”, también, “Al actuar nunca trates a una persona como una cosa, una simple mercancía de usar y tirar, sino todo lo contrario, como un fin en sí misma”. 

Y, un tercer elemento clave que la ética pone en primer plano son las virtudes morales, esto es, la necesidad de adquirir buenas costumbres cotidianas para facilitarnos actuar bien, como tener hábitos saludables que nos permitan desarrollar una vida afectiva, psíquica, física y mental adecuadas, por ejemplo, esforzándonos por colaborar en deportes o tareas de grupo que nos enseñan a convivir con interés por dar lo mejor de nosotros mismos en lo que hacemos.

     La dimensión ético-moral es uno de los rasgos exclusivos de los seres humanos, requiere poseer una conciencia y conocimientos complejos, libertad, la capacidad de anticiparse racionalmente al resultado de nuestros actos, voluntad y percibir la propia dignidad en el reconocimiento de la dignidad de todo ser humano. 

     La reflexión ética afianza el reconocimiento de nuestra exclusividad como individuos irrepetibles y de la enorme importancia de nuestra existencia, pues sólo nosotros podemos actuar de la forma y en la circunstancia en que lo hacemos, y ese hecho nos convierte en seres imprescindibles para quien más nos quieren y necesitan. Sólo tú puedes ayudar y amar a quien más necesita tu ayuda y amor de la manera que tú lo haces, nadie puede ocupar tu lugar como tú lo haces.

     La ética y la moral nos convierten en los protagonistas de nuestras circunstancias, del entorno que nos rodea, pues con nuestra reflexión, análisis, decisiones, con nuestro ejemplo y esfuerzo, voluntad, valores éticos, principios, etc., podemos transformar la realidad en el grado que esté en nuestras posibilidades, sin perder el norte, esto es, con la humildad de reconocer que hacer todo lo que podemos es suficiente.  Ética y moral te ofrecen suficiente autoestima y confianza como para reconocerte en tu voluntad y actos y animarte a conseguir tus proyectos porque te hacen creer en lo que haces, en lo que te esfuerzas, más allá de los resultados ocasionales, el mayor logro es que te vas creando a tí mismo en tu quehacer cotidiano y así, transmites tus valores, principios, virtudes y estimulas a los de los demás. 

     La reflexión ética y moral te exigen buscar y reconocer lo mejor de ti mismo promoviendo lo mejor de los demás a través de una conciencia crítica, que denuncie injusticias como las guerras, la esclavitud, la manipulación, la violencia, las drogas, la corrupción política y la falta de compasión, etc.

     Asumir el protagonismo que nos da la ética y la moral en la actualidad conlleva analizar con una actitud crítica desafíos como la  función de la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías, los avances científicos, el cambio climático, el resurgimiento de ideologías totalitarias en contra de la democracia, la crueldad y egoísmo de las guerras, etc. La ética nos muestra que cualquier cosa que suceda a un ser humano nos afecta a todos, nos exige no ser indiferentes frente al sufrimiento de los demás. También, nos enseña que los conceptos como libertad o trabajo, fenómenos culturales como las ciencias, las religiones o los medios de comunicación no son buenos o malos en sí, sino que lo que es bueno o malo es el uso que hacemos las personas de ellos. La ética nos impulsa a reflexionar sobre cómo deberíamos actuar y ser, más que a adaptarnos y aceptar o justificar lo que ya somos o existe.

      En tu opinión, ¿Por qué muchas personas que sufren las consecuencias de males como la discriminación, humillación, violencia, manipulación, abandono, etc., reproducen esos males con sus actos en lugar de corregirlos para que otros no padezcan lo que han sufrido ellos mismos? ¿Por qué hay personas que imitan o apoyan a famosos o líderes que exhiben su crueldad, falta de ética, egoísmo y mediocridad? ¿Qué podemos hacer los ciudadanos, como tú y yo, para promover una actitud ética y moral en la sociedad actual? Sin duda, reafirmar nuestras actitudes y decisiones con un pensamiento liberador, racional, crítico y esperanzador puede ayudarnos.

     Te animo a que defiendas tu independencia y autonomía ético-moral, a que te esfuerces por ser una persona íntegra, a que te sientas a gusto contigo mismo porque sabes que actúas correctamente y percibes que eres un ser muy valioso por tu dignidad y exclusividad para apoyar el bien no sólo tuyo sino de todos. Defender tu libertad defendiendo la de todos te hace amar la vida y la belleza que rodea el hecho de estar vivo, a pesar de todos los males que existen.
     Creo que la pregunta más valiosa y urgente que la ética nos plantea es “¿Que voy a hacer para evitar el mal y promover el bien? ¿Qué otras preguntas nos plantea la ética actual para afrontar los problemas más urgentes? Te invito a que dejes un comentario reflejando tu opinión y contribución a la reflexión sobre la importancia de la ética y la moral en la actualidad.