LOS ENEMIGOS DE LA DEMOCRACIA EN LA ACTUALIDAD

        Empezaré planteándote el supuesto de que si básicamente la población vota en elecciones a los candidatos y partidos políticos en función de la información que reciben en las noticias, y los medios de comunicación informan de acuerdo a los intereses de quienes financian esos programas, te planteo la siguiente cuestión ¿Qué imagen de los candidatos presentarán en las noticias: uno, la que interesa a quienes financian esas noticias a y los medios de comunicación o, dos, la información que responde a los intereses de la ciudadanía? ¿Tú qué piensas?

        En relación con lo anterior, ¿Crees que en la actualidad existe un ascenso de actitudes y mentalidades totalitarias en contra de los derechos y libertades individuales propias de las democracias liberales y sociales en occidente? ¿Los logros democráticos de libertad, igualdad y solidaridad reflejados en las leyes están en peligro? ¿Por qué? ¿Cómo?

        En mi opinión, la educación filosófica y ética en política está ligada a la defensa de la libertad y responsabilidad de la ciudadanía para afianzar y desarrollar adecuadamente las instituciones democráticas. 

         Con el objetivo de invitarte a pensar por ti mismo de forma racional, crítica y liberadora, dejando de lado los prejuicios y fanatismos voy a referirme a 20 enemigos de la democracia que degradan la vida política actual. 

Los principales enemigos de la democracia en la actualidad son:

-1. El populismo como una forma de hacer política en donde se engaña y manipula a los votantes buscando conseguir o mantener el poder político utilizando un discurso demagógico, esto es, recurriendo a los prejuicios sociales como estereotipos culturales, emociones, miedos, esperanzas e ignorancia de quienes los escuchan y, así, ganar apoyo y reconocimiento popular. Con frecuencia, su discurso demagógico va acompañado de una retórica nacionalista, de la presencia de líderes carismáticos que ofrecen soluciones fáciles, señalan grupos de personas que utilizan como chivos expiatorios mostrando voluntad firme para llevar a cabo sus propuestas, exaltando la irracionalidad impulsiva, no crítica, no racional, no ética. Se sirven de la desinformación, de la propagación de noticias falsas; se presentan como “salvadores” de la población insatisfecha con la política del momento y, en algunos casos, como movimientos antisistema o alternativas a “la política tradicional” que acusan de haber abandonado a la ciudadanía. El populismo califica a quienes se oponen a sus políticas como enemigos y traidores de “la patria” de la que ellos mismos se autodenominan defensores; rechazan la tolerancia y la diversidad ideológica en la que se fundamenta la democracia liberal y social. 

– 2. El terrorismo de grupos ajenos al estado o del propio estado, que busca desestabilizar y atemorizar a la sociedad con el fin de manipular a la ciudadanía para someterla a los intereses egoístas de poder que buscan imponer con la violencia terrorista. 

– 3. La falta de transparencia en la administración pública dirigida a ocultar el trabajo poco honesto.

– 4. La corrupción es un mal que debilita la confianza de la ciudadanía en los políticos, las instituciones y la legalidad ante la constatación de que el poder se utiliza de forma fraudulenta y egoísta para beneficiar los intereses privados de cargos públicos dañando los intereses de la ciudadanía.

– 5. La transformación de la información en propaganda para manipular a la opinión pública a base de dar información sesgada, partidista, falsa, engañando a la población en beneficio de los intereses egoístas de quienes organizan y controlan esos medios de información. 

 -6. La ignorancia como una herramienta de control, manipulación y servidumbre de la ciudadanía provocada por los poderes políticos. La ignorancia perjudica la libertad, la responsabilidad racional y crítica que deben acompañar a las decisiones y el protagonismo de la ciudadanía en democracia.

– 7. La miseria, especialmente, el desinterés de la ciudadanía por compadecerse y comprometerse en la búsqueda de soluciones para evitar la degradación, el olvido y abandono de quienes más sufren, de los más débiles que caen en la desgracia y marginación social. El desarrollo de una sociedad individualista, deshumanizada y desinteresada por la crueldad que los propios sistemas de poder político y económico producen. El fundamento de la vida política es la búsqueda del bien común, y en las democracias los ciudadanos son los responsables de ese bien común que exige la justicia y equidad necesaria como para corregir aquellas desigualdades que producen miseria. 

– 8. El poder desmesurado e incontrolado de los monopolios, las corporaciones internacionales que adquieren un poder superior al de los estados y, en algunos casos, hacen que los gobiernos democráticos no actúen en función de las demandas reclamadas por las urnas y la ciudadanía, sino por intereses macroeconómicos y como respuesta a criterios de poder global que alienan la voluntad de los ciudadanos. Este oligopolio económico promueve un tipo de ultra-liberalismo pragmático conforme a sus intereses que subordina la actuación política de gobiernos concretos a los intereses económicos de los mercados globales, promueve el desmantelamiento de la sociedad de bienestar, el empobrecimiento de las clases medias y debilita el protagonismo de los ciudadanos en la actividad política.

– 9. Atemorizar a la población. El miedo como una forma de control, manipulación y sometimiento social por parte de quienes gobiernan y controlan los medios de comunicación. Desinformando, dando información sesgada para hacer que la ciudadanía acepte con sumisión y pasividad leyes y actuaciones políticas que perjudican a la ciudadanía, degradando derechos esenciales de la población como son los conectados con el acceso a una buena sanidad pública y unas pensiones que den lugar a una vida digna para las personas mayores, etc.

-10. Promover el desarrollo científico y tecnológico de forma no ética, priorizando los intereses egoístas de los poderes político y económico que promueven la servidumbre y dificultan la libertad, igualdad y solidaridad de la ciudadanía. Como es el caso de la utilización de medidas de vigilancia para asegurar el control de la población limitando su libertad de expresión y oposición al gobierno establecido. 

– 11. La desilusión, desafección, desinterés y el rechazo a la implicación política como resultado de la desconexión de la elite política de los intereses y preocupaciones reales de la ciudadanía, y la dificultad de los ciudadanos para influir de forma efectiva en la organización política. En otras palabras, mostrar la política como una actividad social alienada, ajena a la población. 

– 12. Mantener la sinrazón y vigencia de tradiciones y estereotipos que dañan el compromiso ético de defender la libertad, igualdad y solidaridad entre la ciudadanía. Por ejemplo, actitudes discriminatorias por razones de género, falta de tolerancia, racismo y privilegios legales a favor de los más poderosos, etc.  

– 13. Las grandes diferencias económicas y sociales, el desequilibrio social entre las minorías que viven rodeadas de grandes lujos y abundancia frente a la gran mayoría de la población que se empobrece y sufre dificultades para vivir de forma digna.

– 14. La incapacidad de asegurar la separación de poderes sobre los que se organiza toda democracia, utilizando el control de las leyes e instituciones para asegurar el poder de los gobiernos y estructuras de poder ya establecidas en detrimento de los intereses y participación efectiva de la población en las instituciones.

– 15. La incapacidad de armonizar la voluntad de las mayorías con los derechos de las minorías. La incapacidad de hacer prevalecer los intereses comunes ante los intereses partidistas, distorsionando el objetivo último de las democracias liberales y sociales, esto es, el bien común y solidario de la ciudadanía.

-16. Desvalorización del individuo como centro neurálgico de la vida política y cultural. Y en conexión con este hecho, desprecio y desinterés por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que representa la defensa del individuo como persona y ciudadano con derechos inalienables. La democracia pierde su soporte esencial al presentar a las personas, a los sujetos, como simples individuos pasivos, convertidos en mercancías o números de estadísticas, instrumentalizados en una sociedad de consumo que deforma y degrada su libertad de ser y desarrollarse como verdaderos responsables de su destino. La sociedad contemporánea con su estilo de vida y cultura promueve la alienación de las personas dificultando la experiencia de asumir la libertad y responsabilidad individual y colectiva de recrear el mundo y a sí mismos a través de sus acciones libres, como sujetos conscientes, activos y creativos. Por el contrario, nuestra cultura promueve en el ámbito político una sociedad pasiva, sumisa, alienada, individualista y conformista.

-17. Décimo séptimo, el nacionalismo populista que reclama cierta superioridad étnico-cultural y privilegios “históricos” exaltando el fanatismo, la falta de tolerancia y discursos de odio dirigidos a aquellas propuestas políticas diferentes a las suyas.

-18. Décimo octavo, la burocracia como dinámica institucional que defiende, justifica y reproduce los intereses del gobierno en detrimento del bienestar de la población, convirtiendo a los funcionarios en simples engranajes del estado, en “personas máquina”, que sufren un alto grado de alienación como sujetos individuales, cuyo trabajo consiste en actuar sin cuestionar de forma crítica las acciones que se les impone.

19. Décimo noveno, la violencia como actitud política. Esto es, una actitud violenta en el discurso e interacción política que lleva a la polarización y enfrentamiento agresivo entre políticos con diferentes ideologías que acaban arrastrando al confrontamiento de la población, perjudicando la búsqueda del bien común. Una violencia que se exhibe y se difunde en los medios de comunicación de masas, sustituyendo el diálogo respetuoso que busca el consenso –  por el discurso de odio, actitudes irrespetuosas, viscerales, fanáticas y la amenaza de la violencia para asegurar el control social que, perjudica gravemente los derechos y libertades individuales de la ciudadanía y el fundamento pacífico de la democracia.

20. Y para terminar, en vigésimo lugar, menciono la fórmula política del presidencialismo, caudillismo, mesianismo o liderazgo político de personas o partidos políticos que representan las actitudes propias de los totalitarismos del tipo de Stalin, Hitler o Mussolini de la primera mitad del siglo XX, al identificar el núcleo de la política en la figura de un líder que anula la división de poderes concentrando el poder político y destruyendo toda forma de oposición política.

En tu opinión, ¿Qué otros peligros amenazan a la democracia? y, más importante aún ¿Qué podemos hacer los ciudadanos, como tú y yo, para proteger nuestra democracia de todos esos peligros? Sin duda, reafirmar nuestras actitudes y decisiones con un pensamiento liberador, racional, crítico y esperanzador puede ayudarnos.

Pensadores como Tzvetan Todorov, Noam Chomsky y Jürgen Habermas, entre muchos otros, han señalado al populismo como una de las amenazas más serias y actuales de la democracia ¿Estás de acuerdo? ¿Por qué? ¿Piensas que existen otros peligros para la democracia que deben tenerse en cuenta? ¿Cuáles? Te invito a que dejes un comentario reflejando tu opinión y contribución a la reflexión sobre los enemigos de la democracia.

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